Voy a hablaros de dos asuntos relevantes, que sin duda a algunos os sorprendera ver relacionados, acontecidos en los ultimos días del transito social de este país.
La irritante y casi diabólica entrega del
cuerpo y el alma del electorado conservador al plasmático Rajoy sin pedir nada a cambio, quizá con el íntimo deseo
de que este sacrificio comunal pueda hacer
que algunos de ellos también puedan pillar cacho y la justa eliminación y caída
en picado de la Roja
y con ella de su supuesto “celestino”(según informe policial) el conseguidor/intermediario
y consumidor de citas con mujeres victimas de trata, algunas de ellas menores,
para disfrute de él y sus amiguetes, el
putero numero 13.
Y
es que en los dos asuntos gana Rajoy y
pierde España.
Gana Rajoy, al imponer su cosmología social, en la que es de buen
grado aceptado socialmente, gracias a sus intensos desvelos, que robar a las
arcas del estado y por ende a sus ciudadanos, bien para enriquecerse o
financiar políticas partidistas, no tiene costo alguno a medio plazo para él y
los políticos y grandes empresarios colaboradores.
Gana Rajoy, cuando se consigue imponer una corrupta escala de
valores éticos y morales donde el futbol, tan amado y estudiado por él, ocupa
una de las primeras posiciones y relega a su cola, asuntillos sin importancia
como la trata sexual de mujeres en la que esta supuestamente enredado su “putero”
titular.
Pierde España, al tener que soportar otro cuatrienio infame, lleno
de corrupción política y empresarial, donde Rajoy y su trouppe de asalta
bancos, roba ancianas y demás buscadores/apandadores de riquezas robadas al
ciudadano, camparan con entera libertad por ministerios, consejerías, alcaldías
y cualquier cargo otorgado a dedo, rapiñando sin miedo.
Pierde España, cuando vemos como se hace piña alrededor de la
inmundicia, cuando un entrenador hasta ese momento prudente y equilibrado, justifica
los supuestos comportamientos asóciales de su “putero” titular y pide que no se
perjudique con suposiciones (aunque sean de informe policial) a la Roja, cuando sus compañeros
arropan al “putero” incondicionalmente y menosprecian sin rubor al mismo tiempo
las denuncias de mujeres maltratadas y violadas victimas de un comercio carnal no
consentido.
Nos
ganan cuando les otorgamos nuestro voto incondicional tapándonos la nariz y
mirando hacia otro lado para no oler y ver la inmundicia que nos sitia. Perdemos
cuando permitimos que se institucionalice la depredación del más fuerte sobre
el más débil, el latrocinio impune, el circo sobre los pisoteados derechos de
las mujeres. Lo dicho gana Rajoy, pierde España.
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